La Tortilla, Xilomén, Tzentéotl, Centéotl, Centeocíhuatl

Artesanias, Comida, Video, Yucatan

El maíz es el regalo divino que los dioses ofrecieron a los hombres para su manutención, que intervino en un gran número de ceremonias religiosas, así como en infinidad de ceremonias y sacrificios humanos.

Originalmente era una diosa y pasó a ser un dios dual, hombre y mujer, o a menudo ya solo la versión masculina, la femenina pasó a ser Chicomecóatl.

A la llegada de la cultura europea debido a las herramientas importadas, las técnicas nuevas y los productos con los que se mezcló dieron como resultado productos culinarios novedosos como los tamales.

¿Pero cuándo, dónde y cómo nace la tortilla? Su origen es tan antiguo que se desconoce con acierto su procedencia. No obstante, sabemos que la historia prehispánica tiene relación con el maíz y en algunos mitos y leyendas encontramos diferentes referencias al respecto.

En la provincia de Chalco se cuenta que los dioses descendieron del cielo a una cueva, donde Piltzintecutli se acostó con Xochiquétzal; de esa unión nació Tzentéotl, el dios del maíz, quien se metió bajo la tierra y dio a su vez otras semillas; de sus cabellos salió el algodón, de sus dedos el camote y de sus uñas otra clase de maíz. Por esto, dicho dios fue el más querido de todos y le llamaron el “señor amado”.

Otra manera de acercarnos al origen consiste en analizar su relación con Tlaxcala, cuyo nombre significa “lugar de la tortilla de maíz”.

“Tlaxcala se llamó así porque está situada en un lugar muy especial: del lado oriente está la montaña Malitzin o Malinche. El sol sale por allí y se viene a poner en el occidente, sobre el cerro de Tláloc. Y así como viaja el sol también viaja la lluvia. La zona se caracteriza por una siembra muy buena; de ahí el nombre de Tierra de Maíz. Los arqueólogos le han encontrado una antigüedad de diez u once mil años, pero no es el único lugar, existen varios”.

La simbología expresada en los murales el Palacio de Gobierno de Tlaxcala del maestro Desiderio, pintados sobre los arcos a la entrada del Palacio –casa del siglo XVI, donde habitara Hernán Cortés–, nos habla del fuerte significado del maíz en el mundo prehispánico. El maestro lo sintetiza así: “El maíz es el sol porque de él sale la vida. La leyenda cuenta que Quetzalcóatl bajó al Mictlán, el lugar de los muertos, y allí tomó unos huesos de hombre y de mujer y fue a ver a la diosa Coatlicue. La diosa molió maíz y también molió los huesos, y de esa pasta Quetzalcóatl creó a los hombres. Por eso su alimento principal es el maíz”.

Los murales del maestro Xochitiotzin narran con hábil imaginación la historia de Tlaxcala a través del maíz y del maguey, las dos plantas fundamentales para el desarrollo cultural de estos pueblos: los antiguos teochichimecas texcaltecas, señores de los texcales, al convertirse en grandes cultivadores de maíz dieron a su patria el nombre de Tlaxcallan, es decir, tierra de los tlaxcallis o tierra del maíz.

Fuente: México desconocido No. 298 / diciembre 2001

Cintéotl,  «centli» es maíz y «téotl», dios.